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Por ejemplo, yo solía envidiar en silencio a la gente que se animaba a emprender, que no le importaba la aprobación del sistema, que era dueña de su tiempo, que disfrutaba de su trabajo, que disfrutaba de su tiempo a solas, que meditaba, que practicaba yoga, etc.

Eran todas cualidades que yo valoro mucho (tengo Sol oposición Urano y Neptuno), pero que no estaba viviendo con consciencia en mi día a día.

Por ello, era muy común en mí desmerecer los logros de los demás:

“Sí, le va súper bien con SU emprendimiento, pero claro, sus padres tienen dinero, así cualquiera!”

“Medita todos los días, claro, pero no tiene las responsabilidades laborales que yo tengo, así cualquiera!”

Les propongo utilizar la envidia con creatividad y a nuestro servicio.

Usémosla para descubrir las cualidades que nos morimos de ganas de desarrollar, así como las experiencias que nos morimos de ganas de vivir y no nos estamos animando.